Nearshoring: Una solución más cercana de lo que cree
El nearshoring se perfila como una estrategia resistente y rentable para las empresas que se enfrentan a la volatilidad mundial. Al reubicar sus operaciones más cerca de los mercados clave, las empresas aumentan su agilidad, reducen costes y aprovechan la mano de obra cualificada de América Latina.
Los dados aún están en juego y existe la posibilidad de que nuevos acuerdos eviten los aumentos arancelarios que Estados Unidos amenaza con imponer a sus socios comerciales. En cualquier caso, las empresas tienen claro que es imprescindible pensar en soluciones más duraderas y resilientes, que puedan adaptarse a la volatilidad política y económica de nuestro tiempo. Creo que el nearshoring es una de esas soluciones.
A finales de febrero, con el título autoexplicativo «Una guía para eludir los aranceles de Trump», The Economist resumió en un artículo una forma de nearshoring, aunque sin nombrarla:
«Las autoridades aduaneras estadounidenses han considerado que [los mazos de cables de los automóviles Hyundai] se fabrican en Corea del Sur. Sin embargo, aunque la materia prima se fabrica allí, la mayor parte del proceso de producción tiene lugar en China, y los mazos terminados se envían de vuelta a Corea del Sur. Diseñar cadenas de suministro de manera que solo se produzca lo necesario en un lugar que se beneficie de aranceles más bajos es más barato que trasladar toda la fabricación, y permite a las empresas ser más ágiles cuando se introducen nuevos gravámenes».
Es evidente. Y, obviamente, no solo Asia se beneficia de esta práctica. Durante años, el nearshoring ha ido ganando terreno en América Latina. Por lo tanto, no es de extrañar que el Foro Económico Mundial (FEM), en un artículo publicado este año sobre los buenos vientos económicos de la región, señalara esta estrategia como una tendencia para 2025. Por eso quiero profundizar en esta práctica con más detalle, presentando algunos datos recientes e ilustrativos.
Nearshoring, una solución para cada demanda
No quiero ser demasiado didáctico con los colegas que ya tienen experiencia en el tema, pero creo que es importante definir el término. A diferencia de la deslocalización, la nearshoring consiste en la instalación de plantas de producción o etapas de producción (como en el caso explicado por The Economist) en países cercanos. Por lo general, estos países son contiguos a mercados más grandes, con los que comparten fronteras, aunque no necesariamente. Esta estrategia ofrece ventajas inmediatas, tales como:
Incentivos fiscales;
Monedas más baratas y costes más bajos.
Misma zona horaria o diferencia mínima;
Disponibilidad de materias primas;
Valores compartidos, culturas similares (el FEM lo denomina «friendshoring»).
Todos estos puntos aportan una serie de beneficios adicionales a las empresas. En un mundo sujeto a perturbaciones por diversas causas (pandemias, guerras, etc.), las cadenas de suministro más cortas son una ventaja logística. No solo suponen un ahorro en transporte, sino también una diferencia de días o semanas en el abastecimiento de los mercados, ya sea en la reposición o en el lanzamiento de nuevos productos, así como una mayor seguridad (¿recuerdan el incidente del canal de Suez?).
Oportunidades subestimadas en Latinoamérica
Un artículo reciente de Americas Quarterly sobre la deslocalización cercana en América Latina y el Caribe establece una clasificación basada en diferentes índices, como el desarrollo financiero, los derechos de propiedad internacionales, el rendimiento logístico, etc. Uruguay, Chile, Costa Rica, Brasil y Panamá aparecen en las cinco primeras posiciones como oportunidades de inversión infravaloradas. La lista también incluye a Argentina y Colombia, en Sudamérica, y a Jamaica y Trinidad y Tobago, en el Caribe.
Obviamente, América Latina no solo es vecina del mayor centro de consumo del mundo, sino que también cuenta con enormes mercados de consumo propios. El punto principal para las empresas interesadas en el nearshoring es comprender qué características de una ubicación operativa pueden adaptarse mejor a sus estrategias de producción, servicio, logística, etc.
México está más cerca de Estados Unidos, pero también cuenta con un gran mercado consumidor. Lo mismo puede decirse de Brasil, que sigue teniendo una excelente infraestructura logística; Colombia tiene puertos tanto en el Pacífico como en el Atlántico y también tiene un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, al igual que países como Chile, Perú, República Dominicana, Panamá y otros.
Optimización de las cadenas logísticas
Un nuevo estudio realizado por KPMG, titulado «La prima de proximidad: remodelación estratégica de las cadenas de suministro en América», entrevistó a 250 ejecutivos norteamericanos y reveló que muchos ya han trasladado o tienen previsto trasladar parte de sus operaciones a América (incluidos Canadá y los propios Estados Unidos) en un futuro próximo, con el fin de mejorar la resiliencia de sus cadenas de suministro.
Según KPMG, esto refleja la racionalización geográfica de las rutas de la cadena de suministro, ya que el número medio de ubicaciones que intervienen en una sola cadena de suministro se reducirá de 2,7 a 2,4 en los próximos tres años. El estudio indica que el 69 % de las cadenas de suministro que abastecen al mercado norteamericano tendrán su sede en América. En lo que respecta específicamente a América Latina, destacan México, Brasil y Chile.
Un gigantesco mercado de talentos
Vale la pena abordar otro factor: aunque algunas empresas optan por la relocalización, es decir, reactivar plantas dentro de Estados Unidos, es muy probable que parte de estas operaciones o la totalidad de sus equipos sigan asignándose fuera de las fronteras. Ya sea para sectores completos o contratos estacionales, la subcontratación o el aumento de personal son tácticas que pueden aprovechar el mercado de talentos en América Latina, y a costos mucho más bajos.
El nearshoring: revelando el potencial de Latinoamérica, un informe de JLL, presenta un interesante ranking de los «5 principales destinos según criterios de nearshoring». Uno de estos criterios es precisamente la «mano de obra», con Buenos Aires (ARG), Lima (PER), Sao Paulo (BRA), Bogotá (COL) y Santiago (CHI) en las primeras posiciones, todas ellas con profesionales competentes en sus áreas y con dominio del inglés.
La verdad es que aún no sabemos cómo terminará el tema de los aranceles, pero una cosa es segura: la lluvia cae sobre justos e injustos. Las empresas que han reducido costos y cuentan con operaciones más ágiles absorberán mejor cualquier impacto y asegurarán su participación en el mercado frente a la competencia. Una estrategia de nearshoring bien diseñada, personalizada para la logística y las demandas de capital humano y materias primas, podría ser la solución más cercana para su empresa.
Preguntas frecuentes sobre el nearshoring
¿Qué es el nearshoring y en qué se diferencia del offshoring?
El nearshoring consiste en trasladar la producción o los servicios a países cercanos, a menudo fronterizos con los principales mercados, a diferencia del offshoring, que traslada las operaciones a regiones lejanas.
¿Por qué está ganando terreno el nearshoring en Latinoamérica?
América Latina ofrece proximidad a los Estados Unidos, grandes mercados de consumo, talento cualificado y una logística mejorada, lo que la convierte en una alternativa atractiva para las empresas que buscan resiliencia y eficiencia.
¿Cuáles son las ventajas inmediatas del nearshoring para las empresas?
El nearshoring acorta las cadenas de suministro, reduce los costes y riesgos de transporte, acelera la respuesta del mercado y mejora la seguridad operativa en medio de las perturbaciones globales.
¿Qué países latinoamericanos son los principales destinos de nearshoring?
Uruguay, Chile, Costa Rica, Brasil y Panamá destacan como las mejores oportunidades, mientras que México, Colombia y otros países también se destacan por su logística y la calidad de su mano de obra.
¿Cómo afecta el nearshoring a las estrategias de personal y talento?
El nearshoring permite a las empresas acceder a una amplia reserva de profesionales cualificados y angloparlantes en Latinoamérica, lo que les permite satisfacer sus necesidades de personal tanto fijo como flexible a un coste menor.